Qué real... Nosotros hemos tenido que poner cierres de seguridad en todos los cajones (tenemos muchos), menos en uno pequeño que les hemos dejado a ellos, porque siempre nos encontrábamos la ropa tirada por los suelos, llena de pelos y pateada y ellos dentro la mar de felices. Y, claro, la ropa que dejaban dentro del cajón para estar más cómodos, también se llenaba de pelos cosa mala.
Qué real... Nosotros hemos tenido que poner cierres de seguridad en todos los cajones (tenemos muchos), menos en uno pequeño que les hemos dejado a ellos, porque siempre nos encontrábamos la ropa tirada por los suelos, llena de pelos y pateada y ellos dentro la mar de felices. Y, claro, la ropa que dejaban dentro del cajón para estar más cómodos, también se llenaba de pelos cosa mala.
ResponderEliminarUmmmm... Gatos y cajones: ¡inevitable! Tan confortables y prohíbidos, ¿quién puede resistirse?
ResponderEliminar¡Saludetes gatunos!
jajaja definitivamente... quien manda en casa es mi gato y el dice donde dormir y estar-
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